
En esta mierda de vida, a algunos nos ha tocado tener mala suerte en ciertos aspectos, y eso es como una cruz que hay que llevar de la mejor manera posible. Quiero dedicar esto a todas las personas que me he ido encontrando en el camino, y que de alguna forma u otra, me han decepcionado y no han hecho nada para remediarlo. Quizá la culpa sea mía por no haber hablado a tiempo y haberme conformado con la desilusión de haber dado más de lo que otros han podido aceptar, disfrutar o digerir. Seguro que es así.
Después de todo, queda GENTE, que se tiene que escribir en mayúscula porque son así, inmensos; que te llenan tan completamente, que todo lo anterior queda disipado con el desconcierto del pasado. Ahora me dirijo a todos ellos: gracias por estar siempre ahí, por demostrar que la vida merece la pena y por ofrecer esos ratos de emoción, de música, risas y sinceridad… a cambio de nada.
Y todo esto inspirado por Lenny Kravitz, mientras me estrujo las neuronas para no sonar siempre igual. Es verdad lo que escucho: “No one can live for me/ No one can see the things I see/ I walk this road, no one can tell me how to be/ it’s my destiny”. Nadie experimentará las cosas que percibo y siento de la misma forma, por eso todos tenemos la gran suerte de compartir nuestra visión propia y particular de Ozono3 (incluyo a los de dentro también).
Sumemos nuestras diferentes visiones esta noche, que al menos seremos unos cien ¿no? Seguro que con tan buenas vibraciones, la noche será memorable, mágica… y ETERNA. Un abrazo muy fuerte, desde el corazón.
P.D. Confieso que he saltado de alegría cual quinceañera en mi casa (uy uy uy).